viernes, 27 de junio de 2008

Facturae, ¿Qué camino debe seguir?



La factura electrónica está tomando el impulso definitivo para su implantación masiva. Según las estimaciones del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, ofrecidas por Santiago Segarra y Miguel Azorín en la presentación de “Facturae”, en España se emiten anualmente alrededor de 4.500 millones de facturas, lo que representa aproximadamente unas 9.000 millones hojas de papel.

Este número de facturas significa aproximadamente 45.000 toneladas de papel, para lo que se necesitan más de 600.000 árboles. Es decir, un bosque del tamaño de unos 700 campos de fútbol. Esto cada año en España. Sin duda, el uso de la factura electrónica nos permitirá “Vivir con menos … consumo de árboles” y tendrá un impacto positivo evidente frente al cambio climático.

Una de las impulsores del despliegue de la factura electrónica ha sido precisamente la marca “Facturae”. El hecho que la administración del estado publicará la Orden PRE/2971/2007 que define el formato de factura electrónica que aceptará el sector público estatal, está ayudando a resolver uno de los retos que suponía su adopción. El formato. Además, el hecho que la Ley 30/2007 de Contratos del Sector Público consagre la obligación de facturar electrónicamente al sector público estatal provocará que la gran mayoría de las empresas adopten “Facturae” (y en algunos casos otros formatos) como formato a utilizar en sus facturas electrónicas.

Hasta aquí, lo positivo. Pero “Facturae” también tiene elementos negativos sobre los que reflexionar.

El primero, “Facturae” convierte España (una vez más y ya van muchas, solo hace falta recordar el famoso problema ancho de vía) en una isla tecnológica. “Facturae” es una especificación española, definida inicialmente por la Agencia Tributaria y el Centro de Cooperación Interbancaria, que solo se adoptará en España. Una factura en formato “Facturae” no será aceptada por ninguna entidad no española. Las empresas españolas deberán asumir el coste de transformar dichas facturas a otros formatos internacionales.

El segundo, la factura es un documento más de la cadena de suministro (también hay pedidos, albaranes, etc …). El negocio electrónico precisa de todos ellos, no solo de la factura, pero “Facturae” solo es factura.

Ya en el año 2005, participé como ponente en las IV Jornadas CERES organizadas por la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, donde tuve el honor de compartir mesa con Rafa Chamorro con quien estábamos iniciando un piloto de factura electrónica en el Ministerio de Fomento.

En mi ponencia titulada “La Administración Pública como receptor de facturas electrónicas” realicé una crítica constructiva a la aparición del formato AEAT-CCI (predecesor de “Facturae”) y expuse el caso de Dinamarca como ejemplo a seguir. En Dinamarca es obligatoria la emisión de facturas electrónicas a la administración pública desde principios de 2005 y optaron por UBL (Universal Business Language). Dado que empezaron a trabajar con UBL 0.7, decidieron incorporarse al TC de OASIS para aportar sus experiencias y necesidades en el desarrollo del estándar. Hoy UBL está en 2.0 y cubre todas las necesidades de la administración danesa. Dudo que a nosotros no nos sirviera.

También en 2005 participé en el eInvoicing Workshop del CEN en Bruselas. Una vez más la presencia española era anecdótica. Solo éramos tres representantes españoles: Fabiola de Frutos de la CECA, Josep Gener de La Caixa (de quien debemos lamentar su pérdida) y yo mismo representando a Doc On Time. Dado que ya se estaba trabajando en el formato AEAT-CCI la preocupación de Fabiola y Josep era precisamente que no se definiera ningún estándar europeo que pudiera dañar al AEAT-CCI. España seguía sin participar y su actitud no era precisamente la más adecuada.

Tengo que decir que la publicación de la Orden PRE/2971/2007 parecía significar un punto de inflexión debido de su disposición final segunda, que dice:

El formato de la factura electrónica establecido en el anexo se adecuará, transcurrido dos años desde la entrada en vigor de la presente orden, al formato UBL (Universal Business Language) o, en su caso, al formato que establezcan los organismos de normalización de la Unión Europea CEN (Comité Europeo de Normalización) o CENELEC (Comité Europeo de Normalización Electrotécnica), de forma que se permita la interoperabilidad de las facturas emitidas por cualquiera de los Estados miembros de la Unión Europea.

A pesar de saber que los formatos no convergen, la voluntad política podía ser suficiente para finalmente optar por UBL (o el formato que establezcan CEN o CENELEC).

He de decir que a raíz de lo escuchado en el III Congreso de Factura Electrónica y Digitalización Certificada, y que tan bien ha resumido Bartolome Borrego en su blog, he vuelto a preocuparme.

Según María Jesús García-Martín, de la SG de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, que forma parte del grupo de expertos nombrados por la Comisión Europea para estudiar la Factura Electrónica, ya se está trabajando para definir extensiones de “Facturae” específicas para sectores (Turismo y otros). Es decir, más “Facturae” y, en consecuencia, más difícil la transición a UBL (o el formato que establezcan CEN o CENELEC).

Y, como respuesta a una pregunta formulada por Mario Tanco de DyR, Juan José Segura de la AEAT comentó que estaba previsto trabajar en un futuro para añadir a “Facturae” formatos de otros documentos como pedidos, albaranes, etc. Repito, más “Facturae” y, en consecuencia, más difícil la transición a UBL (o el formato que establezcan CEN o CENELEC).

Al final del Congrso estuvimos discutiendo el tema con Oriol Bausà de Invinet y coincidimos en nuestra preocupación y así se lo comentamos a Maria Jesús.

Por mi parte, considero que el camino a seguir es otro. Debemos reconocer que la marca “Facturae” es muy fuerte y nos interesa mantenerla pero, Facturae 4.0 (por poner una versión) ya debe ser UBL. Es decir, Facturae 4.0 debe ser la localización española de UBL (o, una vez más, el formato que establezcan CEN o CENELEC).

Si el problema es que no tenemos claro que UBL va a ser finalmente el estándar internacional más ampliamente adoptado, empecemos por lo que tengamos seguro. UBL se ha construido sobre los Core Components de ebXML que está en manos de UN/CEFACT. Integremos ebXML en la próxima versión de “Facturae”. Esto ya nos acercará a los estándares internacionales y estaremos dando pasos en la buena dirección. Además el uso de ebXML nos permitirá con más facilidad utilizar otros documentos como pedidos y albaranes y reutilizar los componentes.

Sobre todo intentemos evitar que la evolución de “Facturae” nos aleje de estándares internacionales. Utilicemos “Facturae” como impulsor, su imagen nos permitirá agilizar la adopción de la factura electrónica en la empresa, pero no nos alejemos del resto del mundo.

Anualmente, un bosque del tamaño de más de 700 campos de fútbol nos lo agradecerá.

PD: Para quien tenga más interés en conocer la relación entre los árboles y el cambio climático estos dos enlaces le pueden interesar: www.responsarbolidad.net y www.maderasnobles.net, donde colabora mi amigo Jordi Bigues.

5 comentarios:

Unknown dijo...

Me ha parecido un artículo muy interesante y corrobora mi opinión de que españa en términos de estandarización siempre va a la cola de Europa. Hecho en falta algún tipo de listado con los formatos de factura más utilizados en cada país de la CE.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con tu preocupación. Hay que reutilizar y mejorar lo que ya funciona. UBL-Invoice ya venía solucionando el problema del intercambio de la información de las facturas electrónicas.
Hay un problema añadido que es la repera y es la exigencia de que vayan firmadas electrónicamente, algo que alguna Directiva Europea ya expresaba su taxativa prohibición.

Santi Casas dijo...

España ha estado muchos años apartada de los trabajos colectivos internacionales. Solo hace falta recordar el "Que inventen ellos". Esta tendencia ha ido cambiando en los últimos años y, precisamente, en la firma electrònica tenemos buenos representantes en los ámbitos de discusión internacionales. También ahora, las AAPP, han empezado a participar en dichos ámbitos, lo que nos hace vislumbrar un futuro mejor.
Respecto a la prohibición taxativa de firmar electrónicamente las facturas, esto no es totalmente cierto. La misma directiva que impide a los estados obligar a firmar (manuscritamente) las facturas, es la que obliga a dar garantias de integridad y autenticidad a las electrónicas mediante mecanismos como la firma electrónica (por ejemplo).

Unknown dijo...

Hola Santi y amigos.

Este post es lo mas interesante que he leido sobre facturae!

Desearía invitaros a todos aconocer http://www.facturae.org y sobre todo a participar en ella, si alguno desea publicar opiniones, dudas o noticias puede hacerlo en los foros, si deseais publicar artículos o tener un blog propio bajo el dominio facturae.org, solo decídmelo y os daré permisos como "publisher".
Por último pedirte Santi, que si tienes un minuto le heches un ojo a http://www.facturae.org/index.php?option=com_content&view=section&layout=blog&id=10&Itemid=98
que contiene un artículo basado precisamente en este post de tu blog y si te gusta, me des permiso para que esté publicado ahí.

Muchas gracias.

Santi Casas dijo...

Yosu,

Ningún problema para su publicación donde consideres. Te recomiendo la lectura de éste sobre el último congreso, donde el Ministerio parece que está enderezando el camino.