Los principales grupos conservacionistas han publicado en el diario El País una carta de condena a ETA por el asesinato de Ignacio Uría, dejando claro que ETA no cabe en la lucha ecologista. Comparto todas y cada una de sus palabras. No es la primera vez que ETA coge la bandera ecologista. Podemos recordar los atentados contra la autovía de Leizaran y lo debilitado que quedó el movimiento ecologista vasco por su causa.
Una vez más ETA ha ensuciado los fines con sus métodos, y una vez más hay quien se aprovecha de ello (“La Y vasca en un símbolo de libertad”, Rajoy dixit).
En una época donde Maquiavelo (El fin justifica los métodos) inspira la praxis política (Especialmente la internacional. Véase Iraq, Afganistan, Chechenia …) aquellas personas que creemos en las estrategias de no violencia (y nos inspiramos en personajes como Mahatma Gandhi o Martin Luther King) tenemos que hacer un sobreesfuerzo para hacernos oír.
Como diría el poeta, son malos tiempos para la lírica.
Los que creemos en la libertad, en la democracia, en que cada pueblo debe poder decidir sobre su futuro, en que este mundo nos lo han prestado nuestros hijos y nietos y estamos obligados a, como mínimo, devolverlo en las mismas condiciones, a que la violencia sólo genera violencia… tenemos que ver cómo nos colocan en el mismo saco que los asesinos de ETA.
Hace unos años apareció en Quito un grafiti que decía: “Cuando creíamos tener todas las respuestas, nos cambiaron las preguntas”. En general, así se han encontrado los movimientos de liberación y los grupos izquierdistas en los últimos años, y les ha llevado a intentar fagotizar (para la mera supervivencia del grupo) a las nuevas iniciativas surgidas alrededor del ecologismo (Otro día dedicaré un post a lo que hizo Iniciativa per Catalunya con Els Verds).
Otra muestra de que hay quien no tiene claro cuáles son las preguntas actuales es Joan Tardà con su reciente “Visca la República, mori el Borbó”. Frase de 1714. No merece más comentarios.
En esta situación se encuentra ETA, las respuestas que tenía ya no sirven para las nuevas preguntas. Son una absoluta “rareza”. Son prácticamente el único grupo (como mínimo el único en la sociedad occidentalizada) que defiende la independencia de su pueblo mediante la lucha armada. Si renuncian a la lucha armada, desaparecen. Socialmente no son nada. Sus fines son defendidos por otros que, sin ETA y sin violencia, los podrán defender mucho mejor.
ETA solo es un impedimento para conseguir sus (teóricos) propios fines. Por eso, ya nadie puede defender la estrategia violenta de ETA. ETA debe quedarse sin ningún tipo de soporte social. Desaparecer.
ETA KAMPORA!
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